martes, 26 de agosto de 2003

TEATRO: ANA ALVARADO "El teatro está dialogando con la gente"

Fundadora e integrante de El Periférico de Objetos y puntal del Grupo de Titiriteros del San Martín. Dirige Los débiles, de su trilogía De La Deformidad.

María Ana Rago

Ana Alvarado se siente una privilegiada dentro del circuito off, porque —ni más ni menos— puede vivir de su trabajo. Fundadora e integrante de El Periférico de Objetos, teatrista de múltiples roles, es la directora de Los débiles, que acaba de estrenarse en el Espacio Callejón. Es la segunda obra de la trilogía "De la deformidad", proyecto que inició el año pasado con Guillermo Arengo, autor de la pieza y también actor de El Periférico. Juntos ya estrenaron Gloria y Marcelo. "Era sobre el amor y sus zonas deformes. La tercera obra será sobre la vejez", anticipa.

¿Cómo encararon el trabajo con Los débiles?

Arrancamos improvisando sobre la debilidad mental. Guillermo fue escribiendo a medida que ensayábamos. Primero armó una escena de dos personajes, dos huérfanos débiles, y de ese momento inicial surgió la obra. Ese proceso me parece el mejor, porque el producto nace genuinamente por sí mismo, como una alquimia, sin un punto de partida preciso.

Los débiles es la historia de dos chicos que después de un accidente en el que mueren sus padres, se quedan solos en el mundo. "Estos débiles mentales son rescatados por una instructora, una maestra que los lleva a una comisaría en el campo y decide iniciar un proyecto mesiánico y delirante con ellos", explica Alvarado.

¿Qué debilidades abordaron?

Primero investigamos el personaje de la maestra, qué debilidad tenía ella que es un ser en apariencia normal. Trabajamos su locura, su mesianismo, sus hipótesis sobre lo que era la salvación del mundo. Ella evoca a su padre muerto, representado por un actor enano (Miguel Fontes, de 65 años, que trabajó en el circo). En el caso de él, la elección del tipo físico tuvo que ver con la propuesta también.

Completan el elenco Arengo, Gaby Ferrero y Eliana Niglia. La puesta circula por los vínculos de los personajes. "Es un mundo particular, poético, que nos sirve como autorreferencia. Vemos en esta instructora la fragilidad o debilidad de los que nos dedicamos al campo artístico. Nos encerramos igual que ella en un lugar, a generar un proyecto que nos parece que va a ser trascendente y va a cambiar algo en el mundo y después lo tiramos al mundo y no ocurre nada de eso...".

¿No cambia nada?

Cambia poco... No en la medida mesiánica que uno quisiera. Los actores me decían que las obras del off en Buenos Aires son proyectos débiles, porque ellos le dan todo su tiempo a algo que económicamente no es redituable. Los actores que laburan conmigo, laburan como si se les fuera la vida ahí. Es una zona loca... Es una situación de debilidad total con respecto a la supervivencia.

¿Qué se proponen decir con la obra?

La intención no es dar un mensaje. No estoy tratando de comunicar algo sobre la diferencia, no es la idea decir nada sobre cómo debemos tratar al diferente. El tema puede favorecer ese tipo de discurso, pero esta obra no lo tiene. No es un espectáculo progre sobre cómo tratamos al diferente. Creamos un mundo y metimos adentro personas con esas características. No hay una tesis sobre el tema.

En 1989 Alvarado fundó con Daniel Veronese y Emilio García Wehbi el grupo El Periférico de Objetos, y a partir de ahí construyó una trayectoria intensa. Otroproyecto actual de Ana es la dirección de un espectáculo de narración de cuentos fantásticos —uno de su hermana, Maite Alvarado, y otro de Ruth Kaufman—, que va a estrenarse en La Maravillosa. También, va a dirigir al grupo Panthalasa, con "textos desmembrados, sobre hijos del exilio". Además, quiere hacer Pulgarcito con el Grupo de Titiriteros del San Martín, del que forma parte desde el 87 donde es intérprete, directora y dramaturga.

"No me hubiera dedicado al teatro de actores si no hubiera atravesado el teatro de imagen, de objetos", asegura quien viene de las "bellas artes" y se dedicó a la pintura hasta los 29 años. "Actualmente el teatro está dialogando con la gente de una manera que no hacen otras artes. Es un fenómeno. La formación y el tipo de entrega que tiene el actor del off es definitorio a la hora de que pueda existir tanta oferta de teatro en ese circuito", sentencia.

Fuente: Clarín

No hay comentarios: