viernes, 24 de abril de 2009

Un glam-rock transgénero

BUENOS AIRES
Una provocativa historia en manos de dos de los protagonistas de Rent

Rapidito y al pie. Hedwig nació en medio de una ciudad, Berlín, partida en dos. Su cuerpo también quedó dividido o debatiéndose entre polos opuestos. Por eso, ese niñito que vivía en una mínima casa se terminó convirtiendo en una mujer por iniciativa de un apuesto soldado norteamericano que se enamoró de ella, que después se dio cuenta de que ella era él, y que -entonces- le propuso una operación para cambiar de sexo. Claro que algo salió mal y quedó ahí, en donde usted imagina, unos molestos 2,54 centímetros.

En esta breve síntesis podría estar la clave para entender el título de Hedwig and the Angry Inch . (o, en nuestra lengua, Hedwig y su molesta pulgada ). Esta fantástica obra de teatro estrenada en el circuito off de Broadway en 1997, es la misma que se trasladó al cine en una brillante versión que pasó por el Malba, en 2002, y es la misma (ojalá) que se estrena hoy en el Roxy Live en manos (y pelucas, y medias can can, y bocas furiosamente pintadas, y tocados estridentes, y mucho glam, y mucha atmósfera trash, y mucho punk, y mucho rock and roll); decíamos, es la misma que estará en manos de Germán Tripel y Florencia Otero y la dirección de Martín Alomar y Angeles Porteau y la dirección musical de Gaby Goldman.

La historia fue creada por John Cameron Mitchell (productor ejecutivo de la película Tarnation y director de Shortbus ). El chico es una especie de talento en bruto con mucho de Hedwig. La obra, al poco tiempo de su estreno en un teatrito de Manhattan, se transformó en un objeto de culto que cosechó fanáticos de peso como el mismo señor Lou Reed, David Bowie (los dos aparecen mencionados por la filosa Hedwig), Pete Townshend y todo la fauna del rock, el mundo drag, el barrio gay (que encontró en Hedwig a un referente más contracultural que imitar a Madonna) y hasta sumó a los militantes de las comedias musicales. Para muchos de ellos, esta historia sobre la ambigüedad sexual con aires del glam-rock de los 70 les hizo recordar a The Rocky Horror Picture Show.

Ahora, las cartas están jugadas. Tripel tuvo que adelgazar, aprender a andar en tacones lejanos y -seguramente- se habrá tenido que depilar. Ella deberá hacer de una mujer convertida en hombre. El desafío es mayúsculo. Hedwig merece el esfuerzo.

Para agendar

Hedwig and de Angry Inch, con Germán Tripel y Florencia Otero.

Roxy Live, Niceto Vega 5542. Los viernes y sábados, a las 21, y los domingos, a las 19

Alejandro Cruz

Fuente: Diario La Nación

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