viernes, 25 de septiembre de 2009

Asignatura pendiente

Ana Maria Picchio

La actriz contó a Hoy cómo es La vida debida, la obra de teatro que se estrena en La Plata este sábado y que interpreta de la mano de Miguel Angel Rodríguez y Georgina Barbarossa

A veces en la vida se postergan los sueños. Muchos motivos hacen que la gente opte por seguir un camino y no otro. A veces simplemente no se sabe qué es lo que uno quiere y lo descubre tiempo después. En ese caso, ¿quiénes se animan a cumplirlo?

El sábado en el Teatro Coliseo de La Plata se presenta una obra que cuenta la historia de un hombre que a los 50 años decide hacer algo para él, realizar aquello que siempre había querido y nunca se había animado.

La vida debida, escrita y dirigida por Ismael Paco Hasse, es una comedia de grotesco interpretada por Ana María Picchio, Miguel Angel Rodríguez y Georgina Barbarossa. Además de sacar sonrisas a los espectadores, conmueve y hace reflexionar, obliga a mirar para adentro y repensar sobre los propios anhelos.

“La obra plantea interrogantes como ¿qué ocurre cuando no se vive la vida que uno desea o ha elegido vivir?”, dijo Picchio a Hoy, y además agregó que todos los personajes en el fondo tienen las mismas inquietudes, “a todos les repercute la transformación que el padre de familia produce en su vida”. En ese sentido, indicó que “todos terminan en la obra tomando conciencia sobre lo que quieren hacer o no”.

“Todo el teatro aplaudía de pie”, contó Ana María a Hoy en referencia a uno de los lugares que viajó la obra, que está haciendo una gira por distintas localidades del interior y del Conurbano bonaerense. “La gente agradece mucho que uno vaya”. El hecho de que la función se traslade a algunas ciudades con pocas propuestas culturales le da la oportunidad a mucha gente que no puede trasladarse hasta la capital, de acceder a ver obras de teatro con actores reconocidos. Ana María se pregunta si eso es debido al entusiasmo general de la gente, pero después recuerda que no siempre obtuvo como respuesta tanto amor. “Es muy lindo lo que pasa con la gente. La respuesta es maravillosa”.

Es que la identificación con los personajes es algo fuerte, la historia muestra cómo nunca es tarde para realizar los deseos. El giro que produce en su vida el personaje de Miguel Angel Rodríguez repercute en su mujer (Georgina Barbarossa) y en su hijo (Federico Barón), que entran en conflicto ante tal cambio de rumbo: de ferretero a profesor de tango. “Los primeros que se te ponen en contra son los que tenés cerca. Dicen, ahora no podés abandonar todo”, comenta Ana María, que interpreta a la primera alumna que llega a tomar las clases a la academia. Es una mujer que trabaja como empleada en un ministerio. “Mi personaje es muy divertido”. Porque después de todo se trata de una comedia, que “tiene un final positivo, esperanzador”.

¿Por que la gente posterga sus sueños?, le preguntó Hoy a Picchio. “Las cosas en la vida no están para ser feliz. Uno no vino acá para ser feliz. Hay que salir adelante (...) es difícil cumplir los sueños, pero después te das cuenta que es una apuesta a la vida”. Ana María cuenta que ella en su vida no ha postergado ningún sueño, aunque reconoce que de chica quería ser médica. Su madre era la que instó a que sea actriz. Ana María lo hizo (y muy bien) y se fascinó con la profesión.

La talentosa actriz, reconocida por su vasta trayectoria en televisión, teatro y cine, actualmente también se encuentra interpretando a “Amanda” en la comedia romántica producida por Pol-ka Enséñame a vivir, junto a Pablo Rago y Violeta Urtizberea, que se emite de lunes a viernes por Canal Trece.

Fuente: Hoy

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