viernes, 11 de septiembre de 2009

La Bayadera regresa al escenario del Argentino


Genoveva Surur (Gamzatti) y Maximiliano Guerra (Solor) La Bayadera, Teatro Argentino La Plata 2008

Nikya, Gamzatti y la disputa dramática por Solor, el noble guerrero, subirá a escena a partir del viernes, a las 20.30, en la sala Alberto Ginastera del Teatro Argentino, 51 entre 9 y 10. Con música de Ludwing Minkus y con la coreografía de Luis Ortigoza (repuesta por Mario Galizzi), la clásica obra basada en el original de Marius Petipa contará con la participación del Ballet Estable, dirigido por Rodolfo Lastra, y con la Orquesta del Teatro, conducida por Darío Domínguez Xodo. La obra se repetirá el sábado (20.30) y el domingo (17) próximos; el viernes 18 (20.30) y el domingo 20 (17). Las funciones finales, en tanto, están previstas para el viernes 2 de octubre (20.30) y el domingo 4 (17), respectivamente.

En la historia, una sacerdotiza (Nikiya) y una princesa (Gamzatti) se enfrentan por un hombre (Solor). Una está enamorada y la otra tiene que defender el valor de un compromiso asumido. En el medio, la disputa y la muerte. Los principales roles de este ballet clásico estarán interpretados por Genoveva Surur (11, 12 y 13), Julieta Paul (18 y 20) y Paula Elizondo (2 y 4) como Nikiya; Bautista Parada (11, 12 y 13), Víctor Filimonov (18 y 20) y Mario Navarro (2 y 4) como Solor. Y Julieta Paul (11), Stefanía Vallone (12 y 13), Genoveva Surur (18 y 20) y Alejandra Baldoni (2 y 4) como Gamzatti.

"La Bayadera es una obra muy difícil. Además de contar el drama, hay que ser muy claro en lo que se interpreta, no hay que descuidar el estilo y la técnica particular necesaria para poder narrar bien la historia", sostiene Genoveva Surur, bailarina platense con una sólida formación y trayectoria profesional, quien asegura que, con cada presentación, va descubriendo "cosas nuevas de los personajes".

En esta oportunidad, las bailarinas principales tendrán doble participación: en algunas presentaciones les tocará asumir el papel de la bayadera (bailarina que actúa en las ceremonias religiosas) y en otras las de la princesa: "No hay, en la obra, una buena y una mala, como muchas veces se cree; son opuestas. Las dos luchan por un amor. Nikya está realmente enamorada de Solor. Y Gamzatti tiene que defender un compromiso arreglado por su padre. Son diferentes realidades", relata Julieta Paul (32), bailarina entrerriana quien, desde 2005, forma parte del Ballet del Teatro Argentino de La Plata.

Para Julieta, que en 2001 se incorporó al Ballet de Julio Bocca, esta posibilidad de poder representar los dos roles es muy positiva pues "te permite encontrar cualidades desde la vereda opuesta. A partir de estudiar Gamzatti, por ejemplo, vi cosas distintas en Nikiya. Y eso te cambia la forma de interpretación".

Paula Elizondo (25), también platense y con una destacada preparación artística, asegura que "el haber tenido una experiencia anterior (en marzo del 2008) te permite disfrutar el baile de otra manera. Te sentís con más seguridad y no estás tan pendiente de la técnica sino de lograr una mejor interpretación. Cuando te ponés en la piel del personaje, la interpretación sale mejor".

Fuente: El Día

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