El cortometraje “Túneles en el río” se presentó en agosto en el 62° Festival del Film de Locarno, donde recibió el premio “Cine y Juventud”. Ahora va por más: dos festivales en Italia, uno en Bélgica y el local FESAALP, que se realiza este mes en el Centro Cultural Islas Malvinas. Una historia de veinte minutos, que transcurre a la vera del Río de La Plata. Allí, en el río, cada año desaparece más de un centenar de personas. Allí, en ése río, Juan y sus dos hijos pescan en las mansas aguas hasta que la crecida pone en riesgo la vida de uno de ellos.
El río esconde lo que se lleva. Esa es la reflexión de este cuento escrito por Igor Galuk, que está recorriendo los festivales de cine más importantes de nuestro país y el mundo.
El relato sorprende a los extranjeros, sobre todo al público de Europa, por mostrar una realidad totalmente ajena: una escena rioplatense, tan común en estas latitudes, pero que a ellos les resulta casi exótica.
“Nuestro trabajo pasa a ser un trabajo muy raro, casi exótico para los europeos. Con una estructura semejante a la del cine iraní, por citar un ejemplo. Y eso lo hace cosechar muy buenos comentarios por parte del público”, explica el autor y director, que el mes pasado presentó “Túneles en el río” ante un auditorio de 600 personas, en el 62° Festival del Film de Locarno, Suiza.
Allí viajó solo, tuvo que hablar de su cortometraje ante todos, “en un inglés muy básico” y se topó con la industrial del cine en todo su esplendor: “es uno de los 3 o 4 festivales más importantes del mundo. Había estrenos mundiales; yo nunca había participado de un evento de ese tipo. Pude hacer contactos, sobre todo con una distribuidora española que tiene interés en difundir el corto en la TV de su país; ya estamos por firmar ese contrato”, comenta Galuk, que además se trajo el premio especial del jurado “Cine y Juventud”.
El premio, por supuesto, no es para él solo. Hay un equipo de realizadores y técnicos que son también el cuerpo y el alma de “Túneles…”. Se trata de la gente que trabaja en la productora Río Cine, entre los que se encuentran Paula Asprella (asistente de dirección del film), Alejandro Encinas (director de producción), Agustín Aguirre (productor ejecutivo), Ignacio Izureta (fotografía), entre muchos otros que son parte de esta historia que protagonizan Carlos Bermejo, Julián Gómez Sibecas y Rodrigo Britos.
Con respecto a los festivales, el berissense -al que le falta una materia para egresar de la carrera de Cine de la UNLP- dice que “te ayudan a crecer, a que otras personas puedan ver tus obras y que vayas adquiriendo con el tiempo experiencia y reconocimiento en otros lugares y también en tu región. Como equipo estamos comenzando a trabajar en cortometrajes, es un género en expansión actualmente y creo (y espero) que tenga una larga vida en las nuevas pantallas que nos propone esta nueva era de Internet, vamos fortaleciéndonos y creciendo día a día. Con Túneles nos esta yendo muy bien, eso te llena de energía para lo próximo trabajo. Ya han surgido varios proyectos a futuro, y un poco los festivales posibilitan todo esto“.
PROYECCION
“Túneles -dice- fue una experiencia impresionante. Desde el rodaje mismo, se notó la buena energía que se generaba entre las personas del equipo de filmación y sentíamos que se estaban imprimiendo muy buenas cosas. De lo que teníamos planificado a priori se habrá incluido un cuarenta por ciento, el otro sesenta por ciento fueron cosas que surgieron durante el rodaje, de hecho en base a lo que tenía filmado armé dos guiones diferentes, uno respetando la idea original y el otro basado en lo que más me había gustado. Finalmente deseché la primera idea en la sala de montaje porque se derrumbaba la estructura y trabajé en función de las escenas (que no estaban incluidas en el guión), pero que me proponían otra mirada, mas personal y porque no, más experimental, dentro de un relato, diría, entre lo clásico y moderno (algunos le llaman a eso postmodernidad). Con el material que elegí, dejé que el tiempo transcurriera solo, traté de respetar el tiempo que se había impreso en el rodaje, el que tenían las escenas, sin preocuparme por los condicionamiento de la estructura y la duración total del desarrollo de la historia y confiar en el gusto propio“.
“Terminamos el montaje en marzo y comenzamos un trabajo importante de difusión en festivales enviando el corto a distintos países del mundo. Viajamos a España, al Festival Iberoamericano de Cortometrajes ABC, (que fue el primer festival al que enviamos el material) y recibimos allí el premio al ´Mejor cortometraje de facultad o escuela´. En el 13° Festival del Mercosur de Florianópolis, Brasil, recibimos otros cuatro importantes premios a la mejor banda sonora, fotografía, ficción y el premio principal del Mejor Cortometraje del festival. Luego, el galardón en Locarno, donde fuimos el único cortometraje argentino en competencia oficial. Nos llena de orgullo y satisfacción representar a nuestro país afuera, tratamos de estar a la altura de las circunstancias y dejar una buena impresión de nuestro cine“, agraga Igor.
Lo que sigue para “Túneles…” son dos festivales italianos y uno en Bélgica, entre octubre y noviembre de este año. Y la competencia platense FESAALP, que se llevará a cabo a mediados de este mes en el Centro Cultural Islas Malvinas.
Lo que sigue para Galuk -además de seguir viajando: “de no subir jamás a un avión, ya tuve un montón de vuelos seguidos”, confiesa- es empezar a producir un corto que recién termina de escribir, en el que cambia de escenario para mostrar la calle Nueva York, de su Berisso natal.
Fuente: El Cubo (El Día)
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