viernes, 18 de septiembre de 2009

Se estrenó con polémica en la Ciudad la Ley Antitabaco

En los bares y en la calle algunos están de acuerdo y otros critican duramente las nuevas normas

La Ley Antitabaco ya divide las opiniones entre los empresarios y comerciantes de la Región que están al frente de bares, confiterías y restaurantes y que con la nueva norma deberán vedar el hábito de los fumadores o crearles un lugar especial. Mientras en algunos casos sostienen que es una buena iniciativa que estimula hábitos sociales más saludables, en otros se cuestiona la falta de consultas en el sector y se critica lo que se considera un avance sobre los derechos individuales.

La mayoría de las personas consultadas califica como "lógico" que no se fume en instituciones como hospitales y escuelas; sin embargo cuando se los interroga acerca de espacios más vinculados al tiempo libre como bares y cafeterías las opiniones se diversifican. Ese es el caso de Andrés Armentía, gerente de una tradicional confitería de 42 entre 3 y 4: "me parece ilógico que no se haya consultado al sector de hoteles y gastronomía, además cómo puede ser que se permita que alguien que va al bingo coma y fume en la mesa y a las confiterías se les ponga tantas condiciones; por qué no se regula también esos lugares. De todas maneras, en este comercio ya tenemos separadas las áreas y las mesas más próximas a la puerta están dispuestas para los fumadores".

Para Yésica Yasuff, en cambio, la medida le trae alivio porque ella padece infección crónica de pulmones, está al frente de un pequeño restaurante de la zona de la Terminal de micros y hasta el momento no pudo impedir que sus clientes fumaran en el local. "Tengo manchas en los pulmones, por eso estoy de acuerdo, hay una cuestión vinculada a la salud y las personas se van a tener que amoldar a la nueva legislación. En poco tiempo acá tampoco se va a poder fumar", asegura la mujer.

Para la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de La Plata la ley es todavía confusa: "el cliente debería poder elegir sobre el hecho de fumar o no en un bar o en una confitería porque la medida es adecuada para las dependencias públicas, pero en el ámbito privado quién se puede oponer a que alguien pase un rato con amigos y fume. Además queda el interrogante de qué va a ocurrir con los comercios que no puedan asumir el costo de separar las áreas para fumadores", opina Mario Aguilar, presidente de la entidad.

El ser o no fumador es para muchos una clave para entender el panorama que se viene, "cuando fumaba no me parecía bien que se estableciera la prohibición o que se estableciera la obligatoriedad de tener espacios especiales; sin embargo desde que dejé de fumar puse un cartel en el cíber para que los clientes tampoco lo hicieran en el comercio. Sé que a algunos los espanté con la medida, pero gané en salud y en higiene, ya no hay olor a cigarrillo y las máquinas no se impregnan con el residuo del humo", expresa Martín Rotondo, dueño de un cíber del centro.

También están los que opinan que la Ley es una ataque directo a la posibilidad de elegir: "yo tengo los metros suficientes para determinar un sector de fumadores, pero no quiero. Me parece que está mal, el que viene acá tendría que poder elegir dónde sentarse porque de lo contrario creo que se van a sentir molestos; además esa es una decisión que tendría que tomar dueño, definir si éste es un lugar libre de humo o no", señala Iván Zlatar, propietario de un resto bar de la esquina de 5 y 53.

Fuente: El Día

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