miércoles, 9 de septiembre de 2009

Se vende la casa del Virrey Liniers

La puesta en venta de la casa del virrey Santiago de Liniers, clave en impedir las invasiones inglesas a Buenos Aires en el siglo XIX, desató una gran polémica luego de que la ciudad desistiera de comprar ese "monumento histórico" por "falta de fondos".

El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de la conservadora Propuesta Republicana (PRO), ahora apunta a comprar la casa situada en el tradicional barrio de San Telmo el año próximo, mientras que los propietarios buscan quien les pague los 2,5 millones de dólares en los que se tasó el antiguo inmueble hace dos años.

La decisión del municipio causa el rechazo de sectores de la oposición ante la posibilidad de que los ciudadanos "pierdan un lugar en el que se produjeron acontecimientos históricos muy importantes", como comentó la legisladora comunal Teresa Anchorena, de la Coalición Cívica.
La directora de Patrimonio y del Instituto Histórico de Buenos Aires, Liliana Barela, confirmó el interés del gobierno porteño por comprar la propiedad: "En 2006 y 2007 desarrollamos un programa vinculado con la Reconquista y la Defensa de Buenos Aires. Cuando supimos que la casa estaba en venta, le propuse a Lombardi que viéramos el lugar. De inmediato, el ministro comprendió la importancia de comprarla."

La casa del virrey Liniers, propiedad de la familia Estrada –fundadora de la editorial homónima–, es uno de los pocos antiguos inmuebles que se mantienen en pie en Buenos Aires y ha albergado varias exposiciones organizadas por el ministerio de Cultura porteño, a cargo de Hernán Lombardi.

"Los dueños quieren que el comprador sea la ciudad por el valor cultural de la casa y el interés del gobierno porteño por comprar la casa existe", aseguró el funcionario.
"Pero los fondos no están disponibles por las medidas de ajuste aplicadas este año" a raíz de la crisis internacional, explicó.

La vivienda de estilo colonial español de fines del siglo XVIII actualmente permanece cerrada.
En su fachada hay una placa de 1935 con una leyenda que refleja las huellas de la historia: "La comisión nacional de homenaje a Don Santiago de Liniers, jefe de la gloriosa reconquista y heroica defensa de Buenos Aires".

"No es una cuestión de presupuesto, sino de gestión y de voluntad política, porque si el gobierno municipal vende las dos viviendas donde funciona el Instituto Histórico de Buenos Aires, puede perfectamente con ese dinero comprar la casa de Liniers, restaurarla y pagar la mudanza", insistió Anchorena.

Lombardi, por su parte, señaló que la compra de la casa "se podría concretar el año próximo con fondos especiales de los festejos del bicentenario" de la revolución del 25 de mayo de 1810, que dio paso a la declaración de independencia de España en 1816.

Pero Anchorena remarcó que, mientras tanto, "existe el riesgo de que los ciudadanos pierdan definitivamente este monumento", pese a que la familia Estrada insiste en que su intención es vender la construcción al Estado y no a interesados privados.

Las negociaciones entre el gobierno local y los Estrada se ha prolongado durante dos años, durante los cuales la familia prestó al Estado la vivienda sin cargos para realizar exposiciones y otros actos culturales.

De hecho, las autoridades porteñas planeaban mudar las áreas de Patrimonio, el Archivo y el Instituto Histórico de la ciudad a la casa que perteneció a Santiago Liniers, que linda con un edificio de unos 3.500 metros cuadrados que forma parte del mismo inmueble y donde funcionó la Editorial Estrada.

Fuente: Diagonales

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