martes, 26 de enero de 2010

Favio Posca sabe sorprender

El montaje de su nueva pieza, entre escatológica y tierna, es una obra de arte

Por Verónica Pagés
Enviada especial

Al bad taim, gud feis . De Favio Posca y Luisa Cayetana. Intérprete: Favio Posca. Música y letra: Favio Posca. Arreglos y ejecución: Los Dulces y Matías Mango. Escenografía y luces: Sergio Lacroix. Diseño audiovisual: Carla Pieretti y Josefina Mogrovejo. Sonido: Rolo Biondo. Vestuario: Ay Not Dead. Producción ejecutiva: Candelaria Audi. Producción: Lino Patalano. Radio City. Duración: 110 minutos. Prohibido para menores de 13 años.
Nuestra opinión: muy buena

MAR DEL PLATA.- Favio Posca explota en el escenario y hace explotar a la platea. Esa es sólo una entre la tremenda cantidad de sensaciones (todas extremas) que logra arrancarle a su público; uno que lo conoce, lo sigue y lo espera. Posca estrenó en Mar del Plata -jugando de local- su séptimo espectáculo, Al bad taim, gud feis, una propuesta "muy Posca", con un nivel de factura artística de altísimo nivel en el que el polifacético actor (su rol como músico no se puede dejar de lado) trae a personajes, como El Perro, Angel, el loco Pitito, Ernesto Bilicui y la travesti Mirsha, entre otros. No hay un solo detalle dejado al azar, cada una de sus criaturas tiene un cuadro delineado con minuciosidad en el que la música, la iluminación y el diseño audiovisual juegan un papel tan importante como el del actor que le da contenido. Si bien todo es exacerbado en el trabajo de Posca, el actor se permite jugar también con climas más calmos, con personajes que -por momentos- inspiran muchísima ternura. Ternura. Palabra difícil de poner en un comentario sobre una obra de Posca, pero sí, ahí está. Porque si bien es cierto (y sumamente importante que la gente que lo va a ver lo sepa) que casi todo gira en forma explícita alrededor de temas como la drogadicción y el sexo en primera persona -con un lenguaje, unas ideas y unas imágenes bastante abrumadoras-, hay momentos de tranquila inspiración liberadora. Eso es lo que produce, por ejemplo, "Los voy a abandonar" o "Carita", dos videos que no sólo muestran a Posca como un gran músico, sino como un gran actor.

Este trabajo que propone, "al mal tiempo, buena cara", también habla con tremenda originalidad y mucha ironía de rebeldía y de respeto por el otro (aunque, por momentos, parezca lo contrario). Es difícil decirlo, pero detrás de altos grados de escatología, el actor quiere dar un mensaje de libertad extrema, además de divertir y divertirse con lo que sabe hacer.

También Posca sabe rodearse de gente que sume a sus ideas. El trabajo de Sergio Lacroix, en escenografía y diseño de iluminación (la puesta en escena bien podría ser el trabajo de un artista plástico con fuertes aires psicodélicos), y el de Carla Pieretti y Josefina Mogrovejo, en diseño audiovisual, son pilares fundamentales en el logro final de la obra.

Sin duda, Posca es un provocador que necesita ir corriendo el límite (el suyo propio) para ver hasta dónde lo sigue la gente. Y la gente lo sigue y eso quedó demostrado en la noche del debut en el que la enorme sala del Radio City estaba a tope.

Los que lo conocen ya saben y los que no quedan advertidos, Posca depara sorpresas (y de las grandes).

Fuente: La Nación

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