domingo, 10 de enero de 2010

Las propuestas del off de la ópera

La Traviata de Verdi fue presentada en esta temporada por Buenos Aires Lírica

Por EDUARDO GIORELLO

Las asociaciones privadas como Juventus Lyrica y Buenos Aires Lírica realizaron en la temporada que termina una labor magnífica ambas en el Teatro Avenida. La primera cumplió diez años y ofreció una Gala de Apertura: "10 años de Juventus Lyrica", "Don Pasquale" (Donizetti), "Amelia al ballo" & "La solterona y el ladrón" (Menotti), "La viuda alegre" (Léhar) y "La traviata" (Verdi). Sus planes para la temporda 2010 incluye cuatro obras maestras de la lírica: "Norma" (Bellini), "Manon Lescaut" (Puccini), "Cosi fan tutte" (Mozart) y "La cenerentola" (Rossini).

Buenos Aires Lírica ofreció otra propuesta que se encuadra dentro del marco de la llamada ópera "Off". Durante 2009 se propusieron "La Traviata" (Verdi), "La carrera del libertino" (Stravinsky), "Il retorno dÜlisse in Patria" (Monteverdi), "El Cónsul" (Menotti) e "I Puritani" (Bellini). El proyecto para el año del Bicentenario de Buenos Aires Lírica incluye cinco títulos en nuevas producciones de "Fidelio" (Beethoven), "Madama Butterfly" (Puccini), "Belisario" (Donizetti), "Xerxes" (Haendel) y "Falstaff" (Verdi).

La actividad febril de Buenos Aires se construye con el trabajo de muchas asociaciones e instituciones que se dedican a la música sinfónica, la de cámara, la ópera y el ballet. La Casa de la Opera que dirige la soprano Adelaida Negri, Fundamús, El Templo Amijai, la Asociación La Bella Música, en manos de Patricia Pouchulu, el Ciclo Pilar Golf, que dirige Graciela Nobilo suman esfuerzos año tras año para consolidar un panorama amplio y caracterizado de la música.

El Mozarteum Argentino, institución ejemplar del país, presentó diez sesiones en el Teatro Coliseo y ya anuncia otras diez para 2010, cuatro en el Teatro Coliseo y seis en el Teatro Colón, entre éstas dos conciertos de la West-Earsten Divan Orchestra con la conducción de Daniel Barenboim como atracción máxima. Pero también habrá presencias como la Filarmónica de Dresden con Rafael Fruhbeck de Burgos, la Kammerorchester Basel con Sol Gabeta, Eggner Piano Trío, Ballet Stockholm 59 North en el Coliseo y Nelson Goerner, Barenboim en el ciclo completo de las sinfonías de Beethoven, Música Angelica con Martin Haselbok, la Filarmónica de Radio de Francia con Myng-Whun Cheng, con Sergio Tiempo como solista y el Thomanerchor, Leipizig, Orquesta Bach de la Gewandhaus Leipizig dirigidas por Georg Christoph Biller.

También Nuova Harmonía convoca a su temporada del Bicentenario con diez sesiones, entre las más destacadas, la visita de la Orquesta Filarmónica de Munich con Zubin Mehta en el podio y Pinchas Zukerman Players entre otros números de gran prestigio.

TIEMPO DE CELEBRACION

El Bicentenario de la Revolución de Mayo parece traer aparejado un tiempo de celebraciones donde la luz parece desplazar a las tinieblas en que nos vimos sumidos en los últimos tres años y medio con la incertidumbre de una incierta reapertura del Teatro Colón y que ahora, la decisión política de ponerlo una vez más en funcionamiento, lo transforma nuevamente para ser el faro cultural de los argentinos. Esta simbólica lucha entre la luz y las tinieblas nos autorizan a pensar que en cierta forma algunos aspectos de nuestra castigada cultura se recuperan a favor de la claridad de ideas y de proceder. No quiere decir esto que la contienda haya sido ganada ni que la sombra de la desidia y la corrupción, un mal que nos aqueja desde hace bastante tiempo, haya desaparecido del panorama oficial. Pero también alimentamos la esperanza que algunos cambios se producirán y que la luz que se insinúa en el fondo del túnel en algún momento vea la posibilidad de agigantarse más y más. Finalmente, es posible que esto no sea más que una intensa expresión de deseo, pero no por ello es menos válida.

Fuente: El Día

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