domingo, 28 de febrero de 2010

Danza, acrobacia y percusión rememoran los antepasados de la tribu africana Jiwu

A las 21.30, en el Centro Cultural Islas malvinas

El grupo platense hará una intervención urbana con dirección M. Champredonde

“Vamos a tener algunas sorpresas distintas de la presentación anterior, tenemos los músicos en vivo, estarán los de siempre más algunos invitados. Bailarinas vamos a ser ocho, más un bailarín negro que es nuestro lujo. Vamos a tener malabares y como siempre integramos varias disciplinas de lo que llamamos un código afro.

Las mismas personas que bailan también tocan y hacen los malabares”, sintetizó Mónica Champredonde, creadora del grupo Tribu Jiwu/código afro, difusor de esta cultura en la ciudad de La Plata que se presentará esta noche a las 21.30, en el Centro Cultural Islas Malvinas (19 y 51).

Jiwu toma como fuente de herramientas y material de trabajo los códigos y recursos del arte tradicional negro africano: danza, percusión, voces, imágenes, diseños, para experimentar, expresar, transmitir sentimientos y pensamientos personales, humanos, intensos.

La palabra Jiwu, significa semilla en “wolof”, la lengua senegalesa, aclaró a Diagonales la gestora de este proyecto cultural.

–¿Qué la motivó a incursionar en la cultura afro?

–Tomé contacto de forma despreocupada y a medida que me iba interiorizando me fui apasionando con la sensación de estar regresando a casa, eso es lo más gráfico que puedo decir. A medida que profundizás en el conocimiento de esa cultura, y supongo que de otras ancestrales también, vas sintiendo que te reencontrás con lo esencial. Son culturas que no pierden el contacto con la naturaleza, el contacto con lo primigenio y metiéndote en eso encontré otra vez el origen.

–¿Cómo fue su primer contacto con esta cultura?

–Empecé tomando clases de danza afro y después tomé clases de danza y percusión, primero en La Plata, luego en Buenos Aires. Después comencé a producir talleres, seminarios, trayendo profesores de afuera, tanto de música como de danza. Y ahora para fin de año estoy trabajando con el Centro Cultural Estación Provincial para producir un evento importante en torno a las culturas Afro en Argentina.

–¿Cómo se conformó el grupo que hoy integran?

–El primer grupo fue formado por alumnas mías, no diría las más avanzadas, pero que por distintas razones, me parecía que podíamos trabajar. Eso fue en 2006, cuando debutamos en el Tercer Congreso Internacional de Culturas afro-americanas en Buenos Aires. Ahí fue la primera presentación del grupo.

–¿Hay mucha difusión de la cultura afro en La Plata?

–Sí, por un lado, con el candombe y esas cosas que han prendido fuertemente que son de descendencia africana y también, todo lo que es tango, milonga y folclore. Y hay una vertiente importante de todo lo que es descendientes de esclavos negros, que vendría a ser eso, candombe, tango y folclore; y una vertiente más reciente de los inmigrantes de Senegal y Guinea que están llegando desde el 2003 a esta parte.

–¿Llegan para difundir su cultura o por otros motivos?

–No. Llegan porque no tienen trabajo en su países de origen y salen a ver cómo sobreviven en el resto del mundo. Los que tienen el privilegio de conocer la música y la danza, pueden vivir de eso. También hay una vertiente importantísima de la cultura tradicional de Bahía, Brasil y de Cuba, que es lo que llegó más o menos menos en los años '80 a Buenos Aires.

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