domingo, 28 de febrero de 2010

Una metáfora de la sociedad y sus hombres

DIRECTOR Y AUTOR COSSE Y MONTI, HORAS ANTES DE SUBIR LA OBRA EN EL CERVANTES.

"Marathon" de Ricardo Monti Se reestrena hoy, 30 años después de su debut. Ahora la dirige Villanueva Cosse.


Estrenada con dirección de Jaime Kogan en junio de 1980, Marathon no es sólo un texto emblemático en la producción de Ricardo Monti, sino del teatro argentino contemporáneo. La puesta de Kogan eclipsó al público y quedó como resonancia concreta de una época. Casi treinta años después, el Teatro Nacional Cervantes repone hoy esta obra en la versión de Villanueva Cosse, con un elenco encabezado por Pompeyo Audivert.

Ese grupo de personajes que bailan ininterrumpidamente en una competencia cuyo premio desconocen, trazó un paralelismo con la dictadura que los espectadores decodificaban. "Jaime Kogan y yo incluimos una frase de Hitler antes de la invasión a Polonia -rememora Monti-. 'Al vencedor no se le pedirán explicaciones'. Pocos días antes del estreno, eso salió como titular en boca de uno de los militares. En su momento, el estreno fue algo muy revulsivo. A mí me cuesta ver mis obras con el público, y a ésta nunca la vi en una sala. "

Villanueva Cosse tomó esta obra del repertorio del Cervantes casi como una revancha. "Siempre sentí que hubo dos o tres obras que yo no pude ver y siento como un déficit -explica el director-. Una de ellas es Marathon. Cuando se estrenó yo hacía Lisistrata en otro teatro y no pude verla. De repente, me encuentro haciéndola."

¿Por qué un texto como "Marathon" resiste al abordaje de distintas miradas a través de los años?

Monti: La primera vez que el texto se hizo en Alemania, yo estuve en Stuttgart donde la montaron. Pensaba en qué cosa les podía interesar de esta obra pensada inicialmente para dialogar con la realidad argentina. Y hay un elemento, subyacente, que la hace universal: la obra habla de una condición humana más allá de la circunstancia argentina y la hace trascender. Ese aspecto filosófico es el que eligió subrayar Cosse.

Cosse: La obra sigue resonando, pero no en aquella condición trágica que tenía durante la dictadura. Marathon ya no es un teatro de circunstancia y se transforma en un teatro genérico, que para mí es como un gran pájaro que vuela sobre los temas mundiales. La obra puede ser entendida como cualquier sociedad que no sabe dónde va ni dónde la llevan. Y no está en condiciones de elegir. Ese animador y ese grupo bailando alrededor de él es la imagen de un entomólogo y un grupo de insectos.

Sin embargo, en la obra hay una rebelión de los personajes.

Monti: Sí, pero no logra desarrollarse. Es como el estado del hombre que está en permanente rebelión y declinación de su propia revuelta.

¿Qué se les planteó a los actores para abordar el material?

Cosse: Una de las primeras cosas que surgió fue que la obra no tuviera ningún tipo de interrupción. Pretendo que ese baile le dé a la puesta algo de sinfín. Este elenco tiene gente nueva, muchos vienen de mi anterior trabajo, Marat-Sade. Estaba seguro de que iba a encontrar entusiasmo en ellos. Fue fundamental Pompeyo Audivert, si me decía que no podía trabajar conmigo me quedaba huérfano de ideas, porque es un hombre de una gran generosidad histriónica.

Villanueva dice que intentó romper la referencia original del texto a la década del '30 y ubicó a los personajes en un espacio atemporal. "Quiero que el espectador sienta que eso que ve dura siglos. Que sienta que el tiempo va y viene. Es un Marathon a través de la vida y de la historia."

Fuente: Clarín

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